Ya!
Exclaman las piedras.
Las pisadas son herederas de la angustia.
¡Se crispan los bambúes!
No soplan vientos de bonanza.
¡Zás!
Toque de tambor.
Se estremece el tacto de la rosa.
¿Y tú...?
¿Dónde juegas a bailar tu inmenso desasosiego?
Y es el juego, que reclama,
la precensia,
la risa,
la carcajada ausente de razón.
Greko
me quedo, con cada una de las palabras
de tu hermoso poema.que me han llegado
al alma.
besos y bendiciones.