Un líquido amarillo
corre opaco
por los rostros
de quiénes me vieron
amanecer
y comprendieron
que nuestro centro
y nuestro sol
son diferentes.

Caliente valle de sentimientos
que bulle de sus ancestros
a sus jóvenes retoños,
arremolinándose
en un ápice de su inquietud.

No padeciron el insomnio
de los que lucharon cruelmente,
pero su sueño
viaja travado
y de transbordo
cuando las noches tienen memoria
y les recuerdan
el relieve de su piel
y de su sed, el norte.

Yo, como aprendí,
sigo el camino paralelo,
pedregoso y trampero
donde las vastas encrucijadas
son remotas
y saborean
las burbujas del tiempo.

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3 Comentarios

• 

  Buitrago

  Muy bueno amigo, caracter y sentimiento en tu poema, me gusta.
  Un saludo
  
  Antonio

  04/08/11 09:08

• 

  Hugouelva

  muchas gracias Antonio ;) me alegro de que te haya gustado.
  
  
  Hugo.

  04/08/11 10:08

• 

  Vocesdelibertad

  La noche con el vibrar del alma adormece. Al alba despertamos y ese latir mezclado con un pasado de luchas nos muestra más libres y con la necesidad de pronunciar verbos que sean cálidos e imborrables lanzados en un viento auténtico.
  Fascinada de haber descubierto este tu espacio.

  05/08/11 10:08