Entierro a los perros. Ya no los cuelgo, los entierro. La pala ya no brilla, no veo mi reflejo. Y aunque ya no lo sepas, mis manos dejaron de ser suaves. Porque ya no cuelgo a los perros. Los entierro. Como a ti.
DESOLLADERO
Hoy he paseado por el desolladero. Menudo día. Observé la lluvia por los ventanales, hacía frío.
En una de las habitaciones me dediqué a dejar algunas huellas. Por los suelos y por las paredes. Manipulé los instrumentos. Incluso encontré un impermeable y me lo puse.
No salí de allí hasta la noche. Recuerdo mirar al cielo y verlo púrpura. Fue cuando me pregunté si los muertos también pasean.
TERCIOPELO
Menuda tristeza. Ni es agradable ni es para los vivos. El Terciopelo cubre la muerte, la acaricia. Si me pides un cariño, te huiré. Correré todos esos jardines sin descanso. Iré más allá de la fuente.
CACERÍA
Supervivencia, Egolatría de lo ajeno y Atractivo físico.
REFUGIO
En el cruce del río, una vez que lo alcanzas, hay un lugar. Allí, podremos encontrarnos. Un poco antes me habré desnudado del camuflaje, tal y como mudan las serpientes.
Esta armazón de conceptos lúcidos y geniales conciben una vida fragmentada. Son como escenas al azar cuya cosa en común es el pesimismo lúgubre, lento y armonioso.