I. Desalmados Cuerpos Tendidos
En la cabaña realizaban inútiles juegos carentes de corazón. los temblores de la tierra les ayudaban a procrear ensalzando aún más tan deplorables características genéticas. Tras la búsqueda del agua y habiéndolo avisado el viento, se desprendían las almas de la unión de los cuerpos.
II. Ellos Montan Unicornios
Y se guiaron por el rumbo de la canoa. Ellos, la seguían en el andar a través de la maleza, incluso bordeaban orillas y pisaban violáceos peces. Entre el grupo, algunos, por su lento caminar alimentaban a las fieras y permitían que se hicieran enormes, aún más grandes que aquel ser que encontraron mordiendo las montañas.
La solitaria canoa río abajo, dejándose llevar por las corrientes y por el aire que le susurra. Ellos no la pierden de vista y atraviesan verdosos montes, tiritan rozando glaciares y combaten serpientes pitón.
En caso de condiciones extremas de calor, se lanzan a la lava y fluyen sobre ella sin notar la molestia de arácnidos y plantas colmillo. Lo necesario es llegar al lugar donde la canoa por fin quede inmóvil, donde ya no pueda navegar más, donde por ejemplo... se hunda.
III. Una Vez En La Tierra
Lo difícil no fue atravesar la corteza, sino diferenciar los ejemplares de camaleón.
IV. Alajas
Colgaban a las criaturas en las ramas nada más alimentarlas. Mariposas se posaban en sus deditos, los pequeñines sonreían, y por la comisura de sus labios entraban las larvas que más tarde no les permitirían descansar.
Pobres criaturas, ahí... colgando de los árboles.
Cuando la luna iluminaba la aldea y se escuchó la última pareja jadear, los niñitos ya regurgitaban, entristecían el rostro y comenzaban a llorar.
Pobres criaturas, ahí... colgando de los árboles.