Pisa fuerte, sin dudar de tu paso y entonces deja el cuerpo caer por su propio peso, avanza, no retrocedas, respira, emborráchate con la música, fúmate cada sonrisa, olvida, vuela, pero nunca retrocedas, sigue continua, conoce, vive, equivocate y aprende de ello, espera hay alguien que te quiere frenar en tu camino, sigue da igual, apártalo a un lado, no importa, solo importa avanzar y ser feliz. Pero justo a dos pasos del final esta el, te coge de la mano y te dice no me dejes, retrocede conmigo, vuelve... Y tu después del esfuerzo, de todo lo vivido y aprendido, unas cuantas palabras y vuelves a recorrer ese camino de el cual te sabes cada centímetro y suceso que hay en el, pero no te importa porque lo haces ahora junto a él, es diferente, mejor, las alegrías son dobles y las penas casi no lo son... Pero lo bueno no dura siempre y por algún motivo te abandona y te deja en el camino, pero espera, ya no es el camino que tu conocías es otro totalmente diferente, desconocido, más doloroso, lleno de recuerdos, en el que sí necesitas retroceder porque te cuesta avanzar.

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