Papeles al Viento. En El Aire
Iv (pienso, Pensamos Juntos)
Un día (12 de mayo de 2012), luego de haber leído tu (nuestra) última carta (8 de mayo de 2012), yo escribí en mis papeles un intento de respuesta al escenario propuesto, al de la ausencia, los laberintos, la memoria y quise decirte:
«Nunca (hasta ese momento, durante la lectura) había imaginado la situación de no tenerte, no me hace ninguna gracia. Y leyendo y releyendo me doy cuenta de que mi cuerpo se estremece y mis ojos quedan fijos, mirando la pared.
Te busco en cada punto de mi memoria, delineo bien cada recuerdo caigo en la cuenta de que no estaba preparada para imaginarme todo aquello, creo que en realidad nunca estamos preparados para imaginar ausencias.»
Hoy, sigo creyendo que me entristecería el hecho de no poder recordar tu imagen (y lo haría aún más que ayer), de no poder rearmarla sin tenerte presente, pero agrego nuevos pensamientos. Creo que quiero hablarte del “borrón y cuenta nueva”.
Supongo que la vida se trata de finales y nuevos inicios. En el nuevo comienzo, transito pensando en los pasos dados. Creo que a veces, las hojas del calendario siguen quedando en años que se fueron. Los días a veces se visten, se disfrazan e intentan engañarnos, hacernos retroceder. Yo, por ejemplo elegí hacer borrón y cuenta nueva, me deshice de todos los almanaques y agendas viejas que alguna vez atesoré con recelo, creyéndome organizada por eso.
Cuando pensaba en lo que "no quisiera llevar” conmigo, surgía, por cada experiencia mala, varias buenas y múltiples sonrisas. Entonces, vinieron los replanteos, y mis conclusiones fueron que quizás debo aprender de mis pasos y seguir en el camino que me parezca el “correcto para éste momento”, en éste tiempo.
Yo quisiera caminar “así y no asá”, quisiera sentirme de “esta manera y no de aquella”, que me acompañen “Pepe, María y José, y no Pedro y Marta”, pero puede que no suceda de del modo en que lo busco, que no ocurran las cosas como las quiero, y allí me planteo el aceptar la transcurrencia del tiempo, y la felicidad de los momentos eternos, esos que pasan en mas o menos cinco segundos, donde te roban un beso, cuando las miradas que se cruzan generan sonrisas en quienes reproducen ese momento. Ahora por ejemplo, tus palabras hacen que mis pómulos se sonrosen (por lo ridícula que me suena la situación que discutimos, luego de que me hagas ver un video), que mis cachetes suban y me río con todo el cuerpo, y eso duró en total, treinta segundos que guardaré conmigo y son perennes en mis tiempos…
Yo también soy complicada. Decido que no es posible (al menos para mí) el borrón y cuenta nueva, siempre llevamos con nosotros algunas cosas que queremos. Se guardan los momentos, y sobre ellos se rememora, y se arma un nuevo camino. Se atesoran las personas, y constantemente nos cruzamos con otras, y nos encariñamos, y nos llenamos de bronca, y concluimos luego en que no tiene sentido la bronca, y volvemos al cariño. Creo que aprendo cada día a quererme un poquito más, a aceptarme otro tanto, y a quererlos diferente, a todos.
Y con vos me pasa, que cada día te quiero y redescubro el porqué y me doy cuenta que a medida que pasan esas veinticuatro horas, te quiero un tanto más y en ciertos momentos que me detengo a pensarlo (como ahora) veo que no entra todo eso que siento, en el simple “te quiero” y busco más palabras, y le agrego un “mucho” o quizás digo que te quiero “infinitamente” o que “te retequiero”. Pero yo se, que a vos te pasa lo mismo, y ambos entendemos ese problema, y lo aceptamos, y sabemos el tamaño de ese cariño que va creciendo exponencialmente y sin detenerse.
Y ahora, decidí responderte, luego de meses, y quizás siendo mi respuesta con partes un poco inconexas, pero siempre tratando sobre la vida que nos abarca y nos conforma.
Yo y Tú (como dice Barylko) un mundo. Somos Tú y Yo, a cada momento, nos reafirmamos y nos aprendemos a querer de otras maneras.
Así que antes de cansarte, me despido y quiero que sepas una sola cosa:
«Yo no tengo claras muchas cosas, pero si algo sé (y firmemente) es que no quiero ni voy a perderte».
Agradecimientos:
"Quisiera agradecer a los gestos, las palabras escritas y habladas que me dejan expresarte mi cariño".
Ana Irina.
16 de julio de 2012.
