Desciendo con mi humor perruno
a un lugar poblado de inscripciones.
Me siento instigado a derribar los nichos
y rasgar las lápidas a coletazos.
Todo a mi alrededor es fugáz y dormido
y alcantarillado de pulidos cadáveres
que vive invicto debajo del subsuelo.
Mi alma debió de haber nacido en un sótano
pues se siente entera en los submundos negros.
No hay escape para este inframundo
que, bajo mis pies, respira sus minutos.
Guauuuu, Irus. A mi me ha gustado esta poesía "negra" de negro humor.
Pero no sigas descendiendo, por favor, deja que el inframundo respire su eternidad tranquilito.
Saludos.