¿Si no es en tu seno en cuál lo será?
Confiésamelo, pero sin el misterio,
si no es en tu vientre, dime qué
otra razón encontraría para soñar.

Una voz sin eco en el vacío,
propensa al movimiento de
los labios, labios ausentes,
sin falta, sin medida.

Desde el corazón de una mujer
antes que una esposa,
desde el corazón y con el corazón
para un hombre antes que a un amante.

Sin sangre que recorre las venas,
ese monólogo acompañado con la luz
distraída iluminando otros cuerpos
sin corazón en el pecho.

La noche te suplica que me roces,
nos observa, manipula mis lágrimas
que acosan tus besos
despertando la quietud de las silabas.

Entonces, el secreto de tus labios
escapará hacia la luna,
mientras yo desesperadamente iría
tras su eco en busca de tu voz.

Enamorarme de la luna llena
y sólo tenerla por momentos,
como si la magia muriera con el mago,
sin temblor en los labios,
sin sentimiento mutuo.

Sólo se contempla la ausencia
que a los ojos se muestra,
esa indescriptible calma de
la noche a tientas de estrellas.

¿Si no es en tu alma en cuál lo será?
dímelo, pero sin el silencio,
si no es en tu aliento,
qué otra razón encontraría para seguir.


Del libro: Cuando el alma depsierta.
Tambien en: http://temploabierto.blogspot.com/

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2 Comentarios

• 

  Beth

  Me ha gustado mucho, es intenso

  12/04/10 03:04

• 

  Vocesdelibertad

  Hermosa poesía, encantada desde su título, magnífico escritor.
  Un saludo cordial,

  12/04/10 07:04