TusTextos

El Piano Sabe Algo que tu No (capitulo 15)

Capitulo 15. Intrusos.

¿Cómo? Parece ser que tus sentidos ya no funcionan bien. No puede ser. No pudo haberte hecho eso, juro que te amaba, y que pasara lo que pasara no te iba a lastimar. Justamente lo que hizo.
- Su… ¿novio?
- Si.
- Disculpa, tengo que irme…se me hace tarde para un vuelo.
- ¿Quieres que le diga que viniste a buscarlo?
- ¡No! No le digas nada, no es necesario.
- Bien…fue un gusto. – Lastima que no puedes decir lo mismo sobre el, sabes que no tiene la culpa.
Maldita ciudad, maldito su padrastro, maldito Ryan, maldito él. ¿Por qué te hizo eso? Piensas regresar a Inglaterra, y lo harás, pero no hoy. Te sientes mal como para tomar un vuelo de última hora. Solo regresas a tu maldita habitación de hotel, esperando que en el camino un auto te arrolle. Mala suerte, eso no paso. Tomaras un largo baño de agua caliente esperando que esta te queme, de nuevo, no sucedió. Trataras de intoxicarte con píldoras y alcohol. Pero no bebes. Buscas algún objeto punzante, pero lo único que encuentras es una navaja oxidada en un cajón, pero no quieres morir de un sarampión, así que lo olvidas. No puedes suicidarte, no quieres hacerlo, pero tu inconciente te dice que si, que ya tu vida no vale nada y que te has quedado solo. ¡Vaya consuelo!
Se siente muy bien, el agua tibia acariciar tu cuerpo. Cierras los ojos y te relajas lo mas posible, tratando de sacar de tu mente al tal Ryan y sus palabras. ¿Y si todo es mentira? ¿Y si solo lo dijo para molestar? Si, eso quisieras. Recorres la barra de jabón por todo tu cuerpo, llegando a imaginar que esas manos suaves y blancas acarician el área de tu cuerpo. Cierras los ojos y piensas en él, en que no debiste dejarlo venir, en que por lo menos hubieras insistido en viajar con él. Ya es tarde, tiene a alguien más; estabas conciente de que algo parecido pasaría, después de todo, se encontraban a una gran distancia, sin comunicación alguna. Quizás el también tenia la pequeña esperanza de que tu fueras a buscarlo y se canso de esperar.
- Si, quiero reservar un boleto, para el primer vuelo a Inglaterra mañana. Si, gracias.
Ya no hay marcha atrás. Te queda la resignación y un poco de orgullo guardado en algún lugar dentro de ti. ¿Qué harás al llegar? ¿Correrás a los brazos de tu madre llorando, diciendo que tenía razón? Que jamás debiste enamorarte de él. Pedirás perdón y todo volverá a ser como antes, tu…solo, con el piano. Sin nadie que te interrumpa. ¿¡Pero que dices!? Tu vida jamás podrá ser igual de nuevo. Esos ojos verdes seguirán haciéndose presentes en tu mente, sentirás, cada vez que entres a esa habitación, las manos de Gerard recorriendo tu cuerpo, al igual que aquella noche, la cual aun no olvidas.
El avión despego, esta vez no te moviste para nada de tu asiento. Solo apoyaste la cabeza en el asiento y te quedaste dormido durante todo el viaje.
Tu casa se sentía vacía, sin nada de luz. Quizás porque no habías abierto las ventanas aun. Pero no querías hacerlo, no para ver a todas las parejas pasar frente a tus narices tomados de las manos o abrazados.
- Solo me quedas tú. – Le hablaste al inanimado objeto que se encontraba frente a ti. - ¿Y sabes una cosa? Juro…que jamás volveré a caer, no volveré a enamorarme de nadie. Si así es el amor, prefiero morir solo. No importa que no sea feliz nunca. Pero por lo menos lo fui unos meses ¿no? ¿O tú también me dirás que estoy loco? Claro que lo estoy, te estoy hablando a ti, que no puedes escucharme, mucho menos responderme o consolarme. Pero me siento bien, para mí, tú si me escuchas y me comprendes. No hablas, y eso es lo que me tranquiliza, podría contarte si asesine a alguien alguna vez, y no me delatarías. Podría decirte que amo a Gerard Way como no había amado a nadie, pero eso ya lo sabes, no tiene sentido repetirlo. Pero tú puedes ayudarme a olvidarlo. Puedes…¿Qué digo? No puedes, no puedes hacerlo, y nadie jamás lo lograra, soy un idiota, ¡un maldito idiota!
Golpeaste, haciendo que las teclas hicieran un sonido horrible, que para ti fue bello, reflejo exactamente lo que sentías: dolor, angustia, odio. No quieres vivir mas, pero tampoco es lo suficiente como para dejarte morir, que es lo único que podría sacarte de esa gran depresión que lleva por titulo Gerard Way, si tan solo…si tan solo tuvieras un consuelo, algo que te ayudase a calmar tu dolor.
Lo habías escuchado antes: “El alcohol, el mejor amigo para aliviar las penas”. Pero tú no bebes, te parece asqueroso. Que mas da, un trago no te hará daño. Saliste de tu casa sin abrigo alguno, afuera hacia un frío del demonio, no importa, eso es lo de menos.
Llegas a un bar, el olor a tabaco es sofocante, nunca habías entrado a un lugar así, solo frecuentabas finos clubes. Hombres peleando por todos lados, parejas manoseándose frente a todos…llegas a la barra y enseguida le gritas al barman.
- Una botella de vodka.
- ¿Tienes con que pagarla?
Jocelyn16 de marzo de 2009

Más de Jocelyn

Chat