Me senté ante el mar, confuso,
ofuscados los sentidos,
pulsando la sien latidos,
sintiendo que soy iluso.
Viviendo yo enamorado
de la que amándome adoro,
hoy a los cielos imploro
por sentirme desgraciado.
El destino, cruel bromista,
la retiene de mi lejos,
allá del Sol los reflejos
que al levantarse conquista.
Ella esclava de su fuero,
siervo yo de circunstancias,
pone obligación distancias
que me hacen sentir que muero.
Tú, maldito Sol ardiente
que tan lejos la calientas
y con tus rayos la tientas,
yo te envidio amargamente.
Otros veo de su mano
tomar a su par sonrientes
y yo rechino mis dientes
cerrando la mía en vano.
No miro cuando amanece
al este donde te encuentras.
Con el mar me fundo mientras
el alma, sola, oscurece.
Lo leo y lo leo y me encanto, me emociono. Transmites de una manera poéticamente intensa la necesidad, se trasluce entre verso y verso y eso a mi llega.
Un abrazo para vos!!!!
Gusto el mío de leerte