Mis Refranes Cultos.
Quien jubiloso entona cantinelas, pavor infunde a sus perjuicios.
(El que canta, su mal espanta)
Al prófugo contrincante suminístrale un viaducto de pavimento argénteo.
(A enemigo que huye, puente de plata)
Sujetos expuestos a trajinar con acémilas
subsistimos y en análogo itinerario convergiremos.
(Arrieros somos y en el camino nos encontraremos)
Aquel sustento que no menoscaba la salubridad ocasionando deceso, te dilata la andorga.
(Lo que no mata, engorda)
Atavíame paulatinamente que no arribo al lugar congruente en el instante preciso.
(Vísteme despacio que tengo prisa)
La indagación extendió el certificado de expiración al perspicaz minino.
(La curiosidad mató al gato)
El ser que exhibe su júbilo el postrero,
se desternillará con creces.
(El que ríe el último, ríe mejor)
Se le detiene a priori a un individuo que emite por sus órganos fónicos falacias plenas, que a otro con deficiencia o nulidad en cualquiera de sus extremidades inferiores.
(Se le pilla antes a un mentiroso que a un cojo)
En bullicioso ímpetu fluvial, fructífero beneficio hallarán los piscicultores.
(A río revuelto, ganancia de pescadores)
El sujeto que transita deteriorado, concluye damnificado.
(Quién mal anda, mal acaba)
En el instante que contemples las perillas de tu colindante rasurar, dispón las tuyas a humedecer.
(Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar)
El que es propietario de prolongada área, a la larga mermará el dominio que posee sobre su entorno.
(El que mucho abarca, poco aprieta)
Si se perciben estridencias en la corriente fluvial es debido a la abundancia de H2O que discurre por su curso.
(Cuando el río suena, agua lleva)
Cualquier lumbrera diestro en la docencia, de un vademécum es usufructuario.
(Cada maestrillo tiene su librillo)
Alberga en sí mas calamidad el bálsamo deseado que la perturbación que se padece en el sistema orgánico.
(Es peor el remedio que la enfermedad)
En la patria monárquica de la invidencia, aquel que carece de un órgano ocular es quien ostenta el poder.
(En el país de los ciegos, el tuerto es rey)
Escaseabamos de muchedumbre y la matriarca engendró un neonato.
(Eramos pocos y parió la abuela)
