Percibo en ti la ausencia de quien vive
sin ser dentro de sí ni alma latente,
aferrada a un recuerdo en un presente
inexplorado, perdido, ya en declive.
En ti diviso vida que percibe
sombras al corazón, silencio en mente
y en tu mundo, apagado de repente,
el olvido a sus puertas te recibe.
Con la injusta certeza de vacío
divagas por un tiempo, esclavizada,
sin ver, oír, tocar calor ni frío.
¿Donde han muerto los años? Tu mirada
con ellos descendió por aquel río
de sombras, de dolor, de muerte y nada.