Esta mañana no descubrí el elixir de la vida eterna
ni el antídoto contra el veneno de la indiferencia;
que la cura de las ansiedades es algo de paciencia,
que el odio cae de rodillas ante las cosas tiernas.
Esta mañana no escribí el mejor o más triste poema,
tampoco elevé una sentida plegaria al Todopoderoso;
sencillamente me ha sorprendido el milagroso poema
que consigo trae todo aquello que no se espera.
Esta mañana amanecí en tu aroma perfumado,
de tu perfecta armonía felizmente enamorado;
dueño de un corazón de latidos desbordantes,
de un corazón concebido únicamente para amarte.
hoy volvi a descubrir q escribes hermoooosoooo que Dios te bendiga y cada vez nos regeles mas textos para seguir disfrutando de ellos este es un texto hermoso me lo levo a favoritos