Me mire como cada día en el espejo, vi mi cara. Más pálida cada mañana, mis grandes ojos verdes me observaban con detenimiento. Cepille mi pelo con cuidado de no hacerme daño al pasarlo por la multitud de nudos que lo poblaban dandole ese aspecto rebelde que tan poco me gustaba.Poco a poco iba tomando un aspecto mas formal, mi melena negra recorrida por alguna mecha blanca, me conferia un aspecto misterioso que junto a mi ropa, que jugaba con los contrastes del negro con el resto de los colores me hacian destacar ya no se si para bien.
Con cuidado pinte la raya en mis ojos, me di un poco de sombra y me coloque mis pendientes de plata que tanto me gustan, luego mis pulseras multicolores y mi pequeño y unico anillo en el dedo anular de mi mano izquierda.

Desde la puerta observe de nuevo mi aspecto en el espejo, una chica rebelde que no se deja llevar por las tendencias, que intenta destacar siendo ella misma. Que díficil era vivir en esta sociedad con esas ideas, marginada entre sus compañeras con solo dos o tres amigas inseparables, pero no se rendiria, era una princesa incomprendida por el mundo, la princesa que sufre en silencio por ver tan solo la espalda de aquellos que la rodean. Pero claro... nadie dijo que fuera fácil ser una princesa.

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2 Comentarios

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  Abyssos

  Nadie dijo que el pretender no ser parte de un reba?o de imitadores, fuera a doler asi... el intento por ser diferente implica soledad.

  23/07/08 07:07

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  Mejorana

  Claro Ketne, todo tiene su precio.
  Si quieres que todos est?n de acuerdo contigo, tienes que ser pol?ticamente correcta y m?s falsa que Judas.
  En cambio si quieres ser t?....
  Es otro cantar.

  23/07/08 08:07