S, tu eres mi mejor monaguillo. Y quieres tenerme contento. Aqu nadie nos molestar.
Pero padre que es lo que vamos a hacer?.
Es muy sencillo. Tu te vas a recostar aqu. Y yo me voy a meter dentro de t, como el espritu santo. Esto lo hago por ti, pero es muy importante que no se lo cuentes a nadie.
As, as...
Padre me hace dao.
El dolor es parte de la felicidad. Es el camino.
Yo no s si esto est bien, seal el joven Pedro.
S lo que estamos haciendo. Y estara mejor si usted o yo fusemos mujer.
Bueno acab. Limpiat, que an tienes que bendecirme con la lengua. Yo tambin me limpio para que no te de asco.
Y el forzado jven le practic una felacin al seor cura, quien entre jadeos le dijo que maana domingo contaba con l en la eucarista.
Y es que en los pueblos los curas son la autoridad mayor. Y con la bendicin de los padres pueden conseguir todo de los jvenes. Incluso sexo. Y si los padres no se enteran pues mejor.
La confianza ser ciega.
Y los curas son animales sexuados. Y como tal tienen necesidades.
Recuerdo a la perfeccin el reportaje que hice para Intervi: La hija del cura, en un pueblo de Toledo. Los parmetros se repetan: Confianza ciega en el representante de la Iglesia.
El sexo, las perversiones y la pedofilia viven dentro del hombre, quien vive dentro de la Iglesia. Y en consecuencia los bajos instintos son acogidos por la santa madre Iglesia.
