Recuerdos Atesorados En mi
Norte (mentehumana)
Seca el sudor de la frente con un retal de su piel, deja la azada hundida en la tierra, sustancial y fecunda, cual vela izada en isla desierta, esperando su salvacinmira hacia el resplandor del sol, y ensombrece con la palma de la mano su ceguera transitoriase sienta en el suelo, a la sombra del rbol y merienda sus entraas, con las hormigas llevndose las migajas, bebe el caldo con trago ansioso, sed de versos enterrados en la bota de tinto ensalada de hierbajos del huerto, con sabor a plvora de la ltima jornada de embriaguez No hay mejor conversacin, que el ayuno de palabras. Piensa por un momento en las extensiones de campos de exterminio, las fosas y las cremaciones, en los fsforos fabricados con los huesos de los muertos.
-Aquel tipo estaba loco e hizo enloquecer al mundoEsta cabeza ma Por qu tanto martirizarme? Aquello ya pasy los muertos, enterrados estn
Est a punto de ocultarse el astro, tras las enormes montaas, y los colores amarillean sobre la hierba y el trigo. Se coloca la gorra de visera, respirando la naciente brisa frescasiente la alegra de la tristezasu aroma genial y confortablemedita mientras andan sus piernas.
-La guerra siempre te matanacemos con las manos ensangrentadas de otras batallas...
Se arropa con la cazadora canadiense y le alza el cuellosiente fro (no sabe muy bien qu tipo de viento helado le recorre la mdula)
-Hoy ya termin el trabajo, maana ser otro da duroy largo.
Vuelve a casa esas paredes y techos que l mismo construy hace unos cuantos aos, con piedras y maderas slidas, para protegerse de la temporada de nieves, de las lluvias, los lobos, algn oso y tambin de los hombres, por supuesto, conoca muy bien la maldad de la raza, recordaba aquella frase: el hombre es un lobo para el hombreAunque llegaban muy pocos por estas altitudes, a veces se perda por all algn trampero o cazador de pieles, hacan noche y a la maana siguiente seguan su camino
No le gustaba la compaa de la gente, de hecho l haba huido de la ciudad y de sus extraas influenciasAqu viva en calma, con sus perros, fieles compaeros
-Ven Jazz, dame esa pata, djame ver. Bien, ya est prcticamente curadaEncender el fuego, hoy va a hacer fro, ya lo noto T no, amigo peludo? ja,ja,ja!
Fortifica la lea sobre dos gruesos troncos y enciende con cerillas, unos peridicos, donde todava se lee con grandes letras los titulares: La Guerra Ha terminadoViva la Paz!
Sonre para s, sabe que las batallas nunca terminan en el horror de la memoria
-Si destapramos nuestro subconsciente, nos asombraramos de descubrir todos los recuerdos atesorados all y que ni siquiera conocemosQuiz sea una forma de subterfugio para allanar la enajenacin
Una cena ligera y a la camaeternamente revuelta de pesadillasquiz algn da llegue a olvidar su guerra particular
-Ese da, creer de nuevo en el ser humano
Tumbado en la litera, repasa unas pginas de un viejo libro de Jack london. Pero tiene demasiado sueo. Apaga el fuego y la luz de la cabaa se desvanecela noche es de una profunda oscuridadlas tinieblas proporcionan destellos de misteriosos presagios, an no acontecidosAcaricia y da las buenas noches a sus perros y cierra los ojos prontamente, con el agotamiento corporal que los frutos de la cosecha, ya casi al final de su recoleccin, otorganpoca de labor y tambin de satisfaccin, por unos excelentes resultadosy el fusil, cargado, apoyado muy cerca de su brazoA la espera de que el mundo se desarme.
-27 septiembre 2010-
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Clopezn
Asombrosa la sencillez y a la vez la profundidad del texto. Un saludo.
28/05/18 11:05
