-¡No seas impaciente! Le dice su madre mientras aprieta el paso.
Se despertó con la Marcha Imperial de Star Wars en la cabeza y le tocó vestirse tarareándola. Sin ayuda, se cepilló los dientes y salió del baño sin peinarse. Los mechones rebeldes los escondería debajo de la gorra.
De camino a la escuela, tres pasos por delante de su madre, avanza jugando con la pelota.
-¡Corre mamá que quiero preguntare una cosa! Se detiene para esperarla, la agarra de la mano tirando de ella hasta encontrarse con su mirada y entonces muy bajito, Ana le susurra.
-¿Cuando me saldrá el pene?