Al Filo de la Realidad
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Se queda pensando cómo ha llegado hasta aquí. Recuerda su risa constante hace unos años y no puede evitar que se le humedezcan los ojos. Ha olvidado que se siente al confiar en un abrazo, porque normalmente siempre lo aprovecharon para clavarle un puñal por la espalda.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Su memoria viaja atrás en el tiempo, hasta toparse con su reflejo adolescente. Era preciosa. Su pelo ondulado y su fuerte carácter nunca pasaron desapercibidos. Recuerda las cosas que esperaba de la vida, pero aparta la mirada cuando le duele comprobar que jamás se cumplieron.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Pone cara de odio cuando piensa que nadie la quiere. Cuando se mira al espejo y no se gusta. Cuando grita pero no quiere hacerlo.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Todos los días recuerda una a una las decepciones que ha sufrido, y tiene miedo. Miedo de no poder predecir la siguiente.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Se acurruca en sí misma y apoya la cabeza en cualquier sitio. Suspira, suspira mucho, y suele tener los ojos hinchados. Le duele la espalda y casi todos los huesos. Apenas come, no le apetece.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
No entiende su mala suerte. Lleva tanto dolor a cuestas que cree no poder ya soportarlo. Mamá llora, llora mucho, pero siempre en silencio. No puede parar de pensar.
Veo a mamá mirar a la nada todos los días.
Escucha la tele pero piensa en sí misma. Intenta buscar algún parecido entre su vida y las publicaciones de famosos. Habla en voz alta cuando no hay nadie, porque cree que la escuchan. En su mente responde a cada una de las acusaciones que le hicieron un día, las traiciones que aguantó y las palabras que calló, sólo que en otro contexto.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Se levanta, limpia, ve la tele, come cualquier cosa poco contundente, se acuesta, se levanta, ve la tele, a veces sale con mi padre a sacar al perro, pero puedo contar esas veces con los dedos de una mano. Su momento favorito es la ducha. Seguro que cierra los ojos cuando el cae el agua hirviendo.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Su cuerpo vive el presente pero su cabeza está en el pasado. Cree que pasa siempre lo mismo, que las personas son distintas pero la gente no cambia. Tiene miedo de probar cosas nuevas, no se atreve porque nunca tuvo oportunidad de intentarlo.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Echa de menos ser feliz pero ha olvidado como se consigue. Cree que no es suficiente para nadie, pero por su boca solo sale puro egocentrismo.
Veo a mi madre mirar a la nada todos los días.
Cuando no puede soportar ya más el escudo, pero nunca baja la guardia.
Se ha construido un muro en defensa propia, un muro hecho de frialdad, indiferencia y mentiras.
No da su acceso a nadie, ni si quiera a la gente que intenta derribarlo; automáticamente piensa que es un ataque, y el miedo les grita fuego a sus cobardes soldados.
Veo a mamá mirar a la nada todos los días.
Ella no se da cuenta, pero es a diario.
Muchas veces repite la misma frase, esa maldita frase que incita a la culpa. Es cierto que no siempre piensa lo que dice, pero mucho menos dice lo que piensa.
Veo a mamá mirar a la nada todos los días.
Nunca se alegra por los pequeños detalles. No consigue ver en lado bueno de las cosas y a veces creo que hasta lo desconoce.
A veces se ríe y parece que el sol brilla más fuerte, como si el mundo necesitase verla contenta.
Veo a mamá mirando a la nada todos los días.
Creo que echa de menos sentirse segura sin tener que esconderse de nadie. Creo que piensa que puede encontrar sus respuestas entre estas cuatro paredes, simplemente porque aquí surgieron sus preguntas.
Veo a mamá mirar a la nada todos los días.
Ojalá supiese que brújula necesita para ayudarla a encontrar su norte.
Entre tanto viento y niebla ha olvidado que lo más importante no es coger el timón, si no saber hacia dónde quieres navegar.
Pasa el tiempo y sigo viendo a mamá mirar a la nada todos los días.
A lo mejor la respuesta a su mirada perdida es una simple forma de pedir que la encuentren.
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Magic
Aplausos!!!!
Magnífico texto,emociona y mucho, cuanta verdad pones.
Saludos cordialísimos.
21/03/19 10:03
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Lepont
Muchas gracias de verdad, saludos!!
22/03/19 01:03
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Clopezn
El transitar por esta vida no es fácil y hay quién sin buscárselo lo tiene más complicado sin saber el porque le caen todos los palos. Tampoco somos todos iguales en la resolución de nuestros conflictos y nuestros fantasmas. Pero nadie echamos de nuestro lado a quien simplemente está ahí porque quiere estar sin esperar nada, sólo para compartir nuestra compañía aunque esta sea silenciosa. Un texto muy bien desarrollado cargado de mucha realidad. Un realidad demasiado común.Un saludo cordial.
22/03/19 12:03
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Lepont
Muchas gracias! Saludos
22/03/19 03:03
