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El Primer Paso


Se levanta despacio, su cuerpo se inclina lentamente como temiendo alguna represalia. Obedece su sangre, sus huesos y su carne con el temor de la innovación. El ha estado muchas otras veces en semejante posición, pero cada despertar es algo nuevo, cada regreso de la muerte es una nueva vida, un nuevo sol, nuevas sombras, nuevos amigos, nuevos enemigos. Es nuevo también el espacio que pisa, algo endeble para su entendimiento, por eso también se desliza lento. Cuando llega al punto que ha querido tocar, se queda parado, sin fuerzas, mirando lo que ha dejado atrás y lo que tiene al frente. Sus manos temblorosas reconocen el nuevo aire. A sus flancos no logra ver mas que soledad y mirando sobre su hombro ve a los compañeros de antaño. Presiente en su espíritu que está bien lo que hace, que así tenia que ser. Los pies están firmes aunque algo cansados por el trajín del primer movimiento.
Enfrente tiene un sol oscuro, que lo mira desde el cielo, como imaginando sus propios pensamientos, como queriendo descifrar sus ideas, sus sentimientos, sus sueños…
Los ojos se le empañan, pronto -lo presiente con la certeza de Delfos- se iniciará el temblor que transformará para siempre su pasar. Por que acaso él comprende que tanto como los demás, es apenas un gesto de la trama. Todo su cuerpo le reclamará venganza y poder, y sangre y fuego. Ahora no lo sabe pero así será.
Morirá por una causa, que será su propia causa. Desaparecerá para que aparezca detrás de él algo maravilloso que hombre alguno haya visto jamás, algo que asemeja al primer estado, aquel que ha abandonado para siempre. Por que un avance es apenas la búsqueda de un retroceso imposible para el mundo. El mundo gira para detenerse, así como la historia avanza para retroceder, y en ese juego de tesis antítesis y síntesis -que nos mostrara un profeta hace mucho tiempo-, aquel sabe que sus sueños tarde o temprano han de cumplirse.
Frente suyo ya se divisan otras intenciones, tan parecidas a las suyas y tan opuestas a la vez. Morirán ambas como ya he dicho, para que reine la Paz final, pero mientras eso se consigue, verá una nube de polvo cubriendo el espacio, se oirán risas, y gritos y llantos de madres con sus hijos, de padres con sus espadas, de ancianos famélicos que buscan el consejo y la advertencia exacta.
Los espacios reiterados serán ocupadas y desocupadas por la fuerza y el ingenio o quizás por el abandono. Nadie podrá conquistar todo el mundo, y es posible que alguien muera de quietud.
Él, del original movimiento apenas verá todo ese circo, por que su cuerpo y sus fuerzas son demasiado diminutas para comprenderlas. Pero será a partir de su ida, un pedazo mas de fuerza invisible sobre el espacio, y cuando su sangre pase a abonar el terreno la tierra cambiará para siempre, y entonces el Uno volverá poco a poco a su ansiado principio.
Lucano11 de julio de 2015

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