Diversos sacrificios fueron hechos para mantener estas murallas en pie, y no me refiero a esfuerzos
de cansancio, sino a sangre, a muerte, a humo, a llantos y procesión. Pero ¿no fue acaso un rey
qu...
Las señales en su espalda son como nubes de verano,
¿serán tan suaves?
Parecen un presagio,
de amor,
supongo
serán tan suaves como las imagino?
También son truenos,
y relámpagos sus ojos.
Es ...
Los truenos rojos, salvajes
asustan al fruto,
lo intimidan
pero no lo eliminan.
Nadie puede ya
desenredarlo,
de su condición
silvestre.
Ha crecido
y ha de morir,
pero retornará en ...
Entonces se nublaron las flores,
ardieron los bosques,
y las bestias callaron.
No hubo jinete,
ni alfiles, ni damas, ni peones, ni torres capaces de detenerlo.
Apenas ...
Entonces venció la noche y se alojó agreste
sobre las cosas gravidas
que moran en el mundo.
Sin siquiera una disculpa y con el dulzor fallado de la tarde
abrió impresiones encima del manto
q...
Me he pasado toda mañana recogiendo agua del salón. No es que se haya roto ninguna tubería, ni
tampoco que la lavadora se haya resentido por los trapos sucios de todos estos años de relación.
Es que...
Quise dibujar la ropa tendida,
y vestirme de flores marchitas.
Ducharme en amaneceres,
pasear por el Sáhara
hasta caer rendida en la cama,
llena de sueños disfrazados de imposible.
Si quieres te...
Las señales en su espalda son como nubes de verano,
¿serán tan suaves?
Parecen un presagio,
de amor,
supongo
serán tan suaves como las imagino?
También son truenos,
y relámpagos sus ojos.
Es ...
Los truenos rojos, salvajes
asustan al fruto,
lo intimidan
pero no lo eliminan.
Nadie puede ya
desenredarlo,
de su condición
silvestre.
Ha crecido
y ha de morir,
pero retornará en ...
Abandóname a los estertores de mi alma ruidosa,
y libérame de los baños de electricidad,
de las visiones de niños bebiendo la sangre del suelo,
o muriendo en pateras sobre oscuras costas,
libéram...
He perdido el olor detallado
y el gusto suave de la leche de cabra
sobre el jarro
con el que serví a mi Señor.
He perdido también las claras sombras,
de ancestrales y sagrados arboles que nos...
Aún recuerdo a mi enemigo,
sus armas eran grandes,
sus armaduras lustradas y de oro,
relucían contra el sol y podían dejarme ciego.
Recuerdo sus ojos furiosos,
su sangre incontenible, ...