Estremecimiento
Estremecimiento
Con las piernas juntas y las manos tapando la cara, un profundo estremecimiento
comenzaba a salir de entre su piel, que erizándole el bello, le hacía recordar tiempos iluminados por el amor familiar.
Sin lograr entender los oscuros mecanismos de la mente, algo en su interior le desasoseaba el alma.
Unos pensares eternos y esa actitud tan profunda y sorprendente, hacía
que su mente pasara de la alegría a la tristeza, algo en su yo interno le decía algo, que no llegaba a entender o no quería entender.
Como si fuese un verso mágico, confuso, accidentado, agita con fuerza el tacto de su piel, de su corazón, que exaltado se incrusta en su ser.
En esos días en los que las manos temblorosas por las
heridas y los recuerdos se embalentonan, una imagen,
hacen que libre de lastres, sus sueños alejen el tren del miedo.
Un suspirar lejano acechaba tras la ventana del tren, esperanzador
comienzo, para un día en que el divagar se hace cotidiano.
Una cortés tristeza se asoma en su faz, ¿ por qué?
Suave piel que pálida, trasparente, fina y distinguida, adorablemente intensa se alimenta en su afán cotidiano.
Navegando entre el dolor y sus dilemas, libre de ataduras morales, escapa del enemigo y de su venganza, con risa de fuegos articiales, estridente y luminosa a las cumbres asciende sus noches.
Hasta que el vértigo se hace dueño de su soledad, lo guarda en su interior y con gran esfuerzo duerme.
Una pequeña plegaria se le oye entredientes.
Dios,!!!! Ayúdame.
