Cyrano de Bergerac y Lucía
1.- Cyrano de Bergerac
No conoces mi rostro, que inundado
del aura de tu belleza ilumina un mundo sin ti opaco.
No imaginas el inmenso poder de tu mirada divina
que yo transporto en mis ojos como un humilde faro.
No despiertas ningún día que mi pasión
no haya llenado ya de la emoción de tu misma existencia.
No sabes nada de mis noches contigo
cuando mi duermevela delata mi ansia de ti.
No me ves caminar tras tus pasos
desde aquella mañana que nací a la vida de tu vida.
No puedo resistir, mi diosa, rogarte la paz, la existencia
que solo tú sin saberlo puedes concederme.
Te pido que me salves de la penumbra
de no tenerte cerca de mí, de esta tierra helada.
Pon tu mirada en mis ojos y me salvarás.
Plácido es ingeniero y como un hermano.
Amaba a Lucía, una hermosa mujer que todos los
días se cruzaba con él en el portal del edificio.
Me pidió un poema para ella, quería aparentar lo
que no era, mi pobre amigo.
Escribí para ella el poema y Plácido se lo entregó
sin decir palabra y escapó muerto de vergüenza.
Yo la vi leer el poema y guardarlo en el bolso con
una mirada que no supe interpretar.
Hasta tres días después cuando mi amigo, airado,
frente a mí, casi gritó con desesperación:
¡Néstor,hermano, qué desgracia,
Lucía me dijo que la poesía y los poetas
le importan un carajo!
De inmediato olvidé a Plácido.
Y este Cyrano, malherido en su orgullo
se juró que Lucía, por él,
adoraría la poesía.
Hoy, dos meses después,
publica su primer poema en tustextos
Buscadla en Últimos Poemas.
¡Cyrano vive y ama de nuevo!
2, Primer poema de Lucía
Nada sentía.
A nadie abría mi puerta y
nada daba.
Dura en los quebrantos,
de seda blanca envolvía mi soledad.
Nunca viajé a otra piel sin
mis armas de combate:
mi silencio y mi pasión salvaje.
Me tentaron con palabras e infinitos.
Yo sabía de las mentiras del amor y
su tierna sintaxis que despreciaba.
Así viví, hasta que Néstor encontró en
el mapa de mi cuerpo desnudo la fuente
del río secreto de mi vida.
Y bebió y me dio la palabra.
Os dejo mi testimonio del amor
que rompe corazones de diamante.
Lucía.
