Fuiste la alegría en mi vida desde que supe que estabas dentro de mí, con tus señales de amor me diste miles de razones por las cual debía luchar. Pero suficiente es la voluntad de Dios, yo nunca quise dejarte pero ese era mi destino.
Sin embargo, sabes que a tu alrededor deje muchas personas que pudieron cuidarte y protegerte ante mi ausencia. Mi Dios me dio la oportunidad de enviar para ti una mujer que te sirviera de madre y junto a ella aprendieras cosas que ya no podía enseñarte, y así cumplió su misión a la perfección ganándose el cielo de la manera más noble.
Hoy, mi pequeña princesa quizás no me tengas a tu lado pero sabes que estoy amándote como el primer día. Aquí estoy desde lo alto observándote, pidiéndole a mi señor que cuide de ti y enviando la sabiduría suficiente para aquellos que hoy están contigo.
Agradezco inmensamente a tu padre, tus abuelos y tíos por brindarte su amor, comprensión, apoyo y guiarte siempre por el buen camino. Ahora eres toda una mujer, pero seguirás siendo mi niña hermosa.
Sé que me extrañas, créeme que mucho más te extraño yo. Pero un día podremos encontrarnos en este mismo lugar, y tendré el privilegio de tenerte por siempre a mi lado. No llores por mí, tu vida está llena de muchas cosas buenas entre ellas el amor que tienes por nuestro Dios, y tus sueños que estoy segura veré desde aquí hacerse realidad.
Por último, no sientas mi ausencia porque aunque no puedas verme puedo estar contigo. Siénteme en una cálida brisa de atardecer, mírame en la puesta de sol sobre el horizonte, e cada gota que cae del cielo. Aquí estoy para ti! Feliz cumpleaños pequeña
Dios te bendiga, Te Amo!
Hermoso sentimiento plasmado con toda la verdad del corazón de una madre que desde el cielo vela por su hija y le hace sentir amada.