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La Distancia Me Mata.

Te pienso en la inmensidad de la distancia y me pregunto a mi misma... ¿Cuando volverá? y mi respuesta es la misma...
no importa cuanto tarde, porque vale la pena esperarlo!
porque el, es único! y solo con el siento que soy feliz...
los días pasaran, la distancia se acortara y nuevamente.
el sol brillara para los Dos...!!

Es ahora la vida
esta extraña y frecuente sensación
de sopor y distancia,
y es también una luz que vela el mundo:
salir del caserón tras la comida,
recorrer bajo el sol la carretera
con los ojos ardientes de un verano
y sentarme en la roca frente al mar.
Abandonarme entonces
al sonido sin pausa de la tierra
mientras me vence el sueño algún instante
y me moja las sienes con su agua bendita.
Descubrir con asombro renovado
al pescador que vuelve cada tarde,
como vuelven las olas,
como vendrá la brisa con la noche.
y esperar otra vez sobre la roca,
abrumado en el centro de la vida,
a que la sombra inunde
lentamente mi sombra.


Te extraño, pero sé mi amor.. la distancia no matara jamas el amor que por dentro llevamos...
y por mas que el tiempo quiera matarnos
sobreviviremos toda tormenta...
porque tu vida.. es desde que te fuiste la mia .. !!


Un día mas... de tristezas, afanes, amor o desamor...
y nostalgias de horas que el tiempo con su paso inclemente,
ya crucifico! pero que cargo conmigo cual escapulario invisible en mi corazón, por eso te reconocí en mis noches...
cuando tu mano tomo la mía, recuperando así, mis sueños,
mi vida, mi fe y mis alegrías...
He de darte nombre; mi mar de emociones...
Yo te llamare... Jorge David.

Te sigo queriendo
Observando las últimas gotas
de la lluvia en un frío invierno,
recordé en aquellos instantes
que aún te sigo queriendo.

Y vinieron de pronto a mi mente
como el despertar de un sueño,
mil mariposas volando
a convencerme que es cierto.

Inútil y en vano fue
el intentar ocultarlo,
los sentimientos traicionan
y eso no puedo negarlo.

Al mirarte el corazón
me golpeó más de la cuenta,
y no te pude ni hablar
como maldita sentencia.

Miré tus ojos de mar
y quise perderme en ellos,
y me vino a la memoria
mi vida que aún te quiero.

Pero la cruel realidad
me llegó con un lamento,
que ya es muy tarde y lo sé
y aún te sigo queriendo.

Tuve la culpa
por mirar tus ojos,
también los tuyos
por encender en los míos
una esperanza,no de amor,
sino de juego diario.

Ese juego fue inicio
para perturbarme,para desengañarme,
arrastrándolos en días estivales
en la penumbra,
con el cerebro vacío y doliente.

Tuve la culpa
de querer ser indiferente,
sabiendo que buscaba tus ojos,
tu sonrisa,tus enojos
y tus labios para tener eterna dicha.

Jugué con tus ojos
y tú con los míos,
cerrando y abriendo nuestras pestañas,
juego mortal para tener tu ausencia
que me lleva,hoy,a la demencia.

Mi pobre amor se está yendo...
yo me quedaré llorando...
La lluvia, leve, cayendo;
una nube, allá, glisando...

Mi pobre amor se está yendo.

Lejos, muy lejos!, soñando
el dulce amado, y tejiendo
su ilusión, me va matando...
Mi pobre amor se está yendo...

¿Qué pasa, que nada entiendo?
Qué pena se va a acercando?

La lluvia, leve, cayendo...
Una nube, allá, glisando...
el dulce amado, tejiendo
su ilusión, que voy matando!

Mi pobre amor se está yendo...
Yo me quedaré llorando!

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.

A pesar de la distancia
A pesar de la pausa
A pesar de la escarcha

Mi pensamiento te llama
Mi alma te sueña
Mi cuerpo te extraña

Nuestros cuerpos tan apartados
Nuestras almas tan unidas
Siento su desconcierto
Siento su alegría

Cuando juegan a ser solo una
Cuando se escapan de este mundo
Cuando vuelan en armonía

Donde no hay distancias
Donde hay horarios
Donde no hay resentimientos

Aunque la vida es dura
La felicidad esquiva
La lucha por retenerte
Vale más que mi vida

Amo tu nobleza
Amo tu franqueza
Amo tu rareza

Siento tu presencia
Siento tu ausencia
Siento que eres mi esencia


Yo no soy de esta tierra.
Era ya extranjera en la distancia
del vientre de mi madre
y todo, de los pies a la alcoba me anunciaba
destierro.
Busqué de las palmeras
mi voz entre sus signos
y perforé de hachones
encendidos la amarga
región del azabache. Yo no sé
qué vuelo de planetas torcería
mi suerte.
Sobre el mudo desvío, sé que voy,
como víbora en celo, persiguiendo
el rastro de mi exilio.

No encontrará mi alma su reposo
hasta que en ti penetre
y me amanezca
y ría.


Martinamanuello24 de diciembre de 2012

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