Marcar la piel para así ser marcados de la memoria.
Honesto azul me miré, pero vestido del telón camino sobre verbos. Mi dilema existencial no es sincero, ni es siquiera un dilema; la plancha de acero que ha encorvado mi figura se balancea según mis pasos: me sigue pues yo la obligo a no separarse de mis lomos de Aldebarán. Entonces soy la pintura en el rostro del mimo y en silencio me derrito cuando estalla mi crisis: en el momento exácto que el tiempo pierde su significado y el pensamiento objetivo se torna sobre sí mismo creando un hueco meta-existencial, en el cual no existe sino el dilema causado por la angustia pintada en la mueca del mimo...
continuará.
Qu? escrito tan bello Mendaci. No lo entiendo. Creo que me he perdido. Pero siento que me ba?o en tus palabras con las olas del verbo. Y siento un grande y pac?fico placer. Un cerrar los ojos y perderme en no s? qu? extra?a y envolvente melod?a.
Es as