En una mansión llena de oro vivo yo
Como un viejo amargo así estoy yo
Creí comprar mi felicidad con dinero
Creí que todo se podía con riqueza
Al amanecer no había nada que me faltaba
Pero por las noches como un perro me sentía.
¡Maldita sean las cosas materiales que no logran llenar esta alma!
Maldito sea aquel hombre que se deja llevar por el dinero.
No consigo llenar mi vida con nada de lo que tengo
Solo hay avaricia, vanidad, egoísmo y maldad.
Por fuera soy un hombre feliz,
Pero por dentro soy un hombre infeliz.
No puedo comprar mi felicidad
En las noches mis vacíos me atacan
Y me atormenta la intranquilidad
Ya no me queda nada, solo este volcán.
