Cuento Sin Final
A veces, en las historias no hacen falta relaciones, ni besos. Yo creo que la vida se mide en instantes, y que cada uno de ellos es especial porque cada persona que forma parte de ellos los recuerda de manera distinta. ¿Sabes? Tú y yo tenemos una historia, la he construido yo, desde el primer instante en que te vi, hasta el último en que te fuiste sin decir nada. Y durante este periodo nunca nos hemos dicho cosas bonitas, ni nos hemos besado, pero hay una cosa que tú no sabes, y es que tu mirada decía todo lo que tú te callabas. A veces pienso que lo nuestro es como uno de esos cuentos en que todo va mal y de repente, los dos se dan cuenta que están echos el uno para el otro y se acaban diciendo la verdad, pero tengo la sensación de que nuestro cuento nunca va a terminar, porque ninguno de nosotros dirá la verdad, aunque sepamos perfectamente que sentimos lo mismo el uno por el otro, que lo sentíamos hace muchos años y que por mucho que suceda, que no creo que sea más de lo que ha sucedido, lo seguiremos sintiendo.
