Hay seres que por vivir en una mentira
se suicidan ante cualquier verdad...
y nosotros, como dos niños
después de haber roto los cristales
de nuestra propia casa
nos vamos de éste amor
desventurados...
se nos derritió el corazón
de tanto mal trato...
entre tantas peleas por las pertenencias
uno de los dos, se llevó el olvido...