En la doliente penumbra de mi cuarto
he de aguardar tu presencia, que quizás,
no llegue nunca...
miro el ventanal y no hay nada, ni nadie, solo reflejos..
o serán éstas gotas de rocío, que no me dejan ver?
ya no llamas a mi puerta
y es que no regresas...ya no vuelves!
solo visiones de imágenes efímeras,
que crea mi espejismo demente y enamorado
atormentada por adoración a nada...o todo
despojos de un amor que ya no está en tí
solo en mí...
y esas flores antiguas, en el umbral reseco del tiempo
mi tiempo...
migajas de cariño...que mi cuerpo desvencijado
suplica...implora...ruega!
melancólico anhelo de aquella pasión vehemencial
que me arrebató el destino...
y que hoy, ya no tengo..
sola...aquí...
una cama deshecha..., un corazón desarticulado
y un cuerpo desnudo..., sin piel...
para lucirlo, en la soledad de mis sábanas frías...
Un texto desgarrador por el dolor de la ausencia, pero real y personal para muchos. Un abrazo Movisi