Te entrego lo mejor de mi, no me predispongo, no me limito y tú de igual manera me pagas así, una vez más alguien abre una herida en mi, quiero gritar pero mi voz no se quiere escapar, cierro los ojos y pienso, abro los ojos y te recuerdo… tu imagen sigue fresca junto a mí.
Me ves, te veo, al parecer estás afligida por el daño que me has hecho… Su foto sigue allí, presente en mi mente, ausente en mis recuerdos y mis sentimientos hacia ti.
Me besas y te respondo… Durante ese fragmento de tiempo lágrimas se deslizan por mis ojos y mejillas, mi boca quiere gritar pero mis labios y mi lengua te quieren besar… Sigo allí sin decir nada pero pensando e imaginado muchas cosas, el silencio reina en la habitación, tu lo rompes con un “te quiero”, yo lo atormento con un “imposible querer a dos”… me abrazas y me haces sentir reconfortada, preguntas si ya no te quiero yo solo guardo silencio… Irrumpes de nuevo en mi boca, me das un beso de confusión al cual yo respondo con pasión y dolor, reímos un poco y volvemos a mostrarnos distantes.
El saber que no eres para mi atormenta al cerebro y corrompe el poco de alma que aun habita por aquí…
Congelo mi corazón por un momento, todo está tan frio que siento que he congelado todo mi pecho, mi corazón late lentamente.
Vuelven las palabras vuelven las melancolías a punto de sentirte nuevamente mía…
Parezco estática y sombría,
Osada me pides que te abrace, temerosa cual esclava maltratada cumplo con tu deseo, de allí surgen unos nuevos besos.
Esta vez te respondo con tristeza e ira es inminente que ya no eres mía… Pero en el fondo de mi ser lo hago con alegría y con placer.
No te exijo nada pues no me considero quien para hacerlo, tú callas de nuevo pensando en un futuro incierto.
Siento la necesidad de ser egoísta, sin embargo mi ser interior no me permite tocar esa pista, aparto mis sentimientos para dejarte sentir, quiero que seas tu quien decida si se queda o se larga de aquí.
No quiero lastima, no quiero pena, lárgate si es lo que deseas.
Frívola, distante, desconfiada y un poco apesadumbrada te encuentras sobre mi cama, todo vuelve a una tensa calma, te despides, abres tus alas, subes la mirada y emprendes tu camino a casa.
Cosas que ocurren , marcas , heridas...¿Tienes bistur� Me pareció.
Después de todo , hasta el más hábil cirujano ha de dejar la decisión a lo incierto e incontrolable. Los milagros existen , pero no siempre se producen (...)
Saludos.