En este momento de mi vida, que me lleva al silencio, no encuentro palabras para realizar un dialogo con el mundo que me encuentro.
Caminaba con mi escudo, mas mi boca era el arma que usaba sin miramientos, acunada por mi mente que creia a pies puntillas la cual culpavilizaba a todo lo que me jodia.
Buscando una felicidad que nunca fue hallada fuera de mi mundo interno.
Es facil adivinar porque todos los grandes talentos se dejan inspirar por lo que le sale de adentro.
No hay nada fuera que te lleve a ese lugar.
Es mi paraiso encontrado, el que siempre estuve buscando, gracias a todo lo pasado es ahora cuando siento que la lucha a terminado.
El momento de la introspección es el momento que alimenta el alma y que da de beber a nuestros sueños, se elimina la fatiga y el mundo nos parece más amable.