No por Miedo a Fallar Vas a
Dejar de Intentar.
Necesitaba escribir, no se muy bien el qué, ni para qué, y mucho menos para quién. Pero necesitaba escribir todo lo que siento, aun sin saber lo que es.
No sé bien lo que hago, si hago bien y sólo es miedo, o si estoy haciendo el tonto.
Me gusta, me gusta y mucho; me encanta estar con él, sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus pequeños detalles, cómo me mira, cómo me sonríe, cómo me coge la mano; me encanta hablar con él a todas horas, darle y ver sus buenos días, el buenas noches, el saber como está y que se preocupe por mi; me encanta todo lo relacionado con él, incluso el echarle de menos me encanta.
Esa felicidad e ilusión de tener a alguien especial, de mirar el móvil cada vez que suena para ver si es él, la ilusión de incluso la espera, de contar los días, horas y minutos que quedan para verle. Sí, es bonito ilusionarse, es bonito ver y saber que tienes a alguien, pero supongo que ese es el problema; que yo no le tengo, no somos absolutamente nada. Y a partir de ahí, vienen los miedos, los temores.
Y en ese punto es dónde no se muy bien lo que estoy haciendo, si bien o mal.
Bien si esos miedos simplemente están en mi cabeza, si realmente no pasa nada, si él es así, si todo está bien, si puedo entregar todo de mi, ser cariñosa y mimosa como soy, sin que me haga daño; bien si es correspondido.
Mal si esos temores no son cosas mías, si realmente me estoy ilusionando para nada, si me gusta una persona, si empiezo a sentir algo por una persona que no quiere nada; mal si voy a volver a pasarlo mal.
Quizás simplemente sea una mezcla, quizás haga bien por una parte en hacer todo lo que puedo para que se de cuenta, quizás por la otra él esté distante, no por no querer nada, sino por más miedos.
Pero, ¿sabes? Yo también tengo esos miedos, yo también lo he pasado mal estando enamorada, yo también tengo miedo a volver a pasar por lo mismo, o a sentir y que me hagan daño. Pero de eso se trata la vida, de caer y levantarse, y no por miedo a fallar vas a dejar de intentar. Sé que puede ser difícil aventurarse, dar sin saber si vas a recibir [...] Pero yo lo hago, y lo hago por él, para demostrarle que no todo el mundo es igual, que el hecho de que le haya hecho daño una persona no significa que se lo vayan a hacer todas, para enseñarle que después de algo malo siempre viene algo bueno, y que las mejores cosas vienen sin buscarlas y cuando menos te lo esperas. Yo no pienso en mis miedos, y lo hago por él. No le reprocho egoísmo por quizás pensar más en sus temores que en mi o en lo que podría pasar, es más bien un consejo: Que tus ilusiones sean más grandes que tus miedos; por que quizás así, si no piensa y sólo vive, si se para a lo que está pasando en vez de avanzar a lo que pasará, quizás así lo pasará mejor, será feliz y disfrutará del momento, de nuestro momento. Yo también necesito esas pequeñas cosas, esos pequeños detalles que me hagan confiar y que aquellos miedos desaparezcan, yo también necesito que me demuestre que no todos son iguales y que después de haberlo pasado mal, ese algo bueno ses él.
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Lepont
Has descrito totalmente mis sentimientos. Pedazo de texto.. Enhorabuena.
06/01/15 04:01
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Trm
"Pero de eso se trata la vida, de caer y levantarse, y no por miedo a fallar vas a dejar de intentar."
No por miedo a equivocarse vas a dejar de disfrutar la vida y porque lo único que jamás podremos recuperar es el tiempo. Disfruta del momento teniendo o sin tener!!
Mucho animo y un beso
06/01/15 07:01
