TusTextos

Comencemos.

Aunque hayan pasado 10 años aún puedo recordarla. Hablaré en presente para volver a soñar. Tiene el pelo negro y los ojos de un marrón intenso. Hay gente que podría pensar que tiene veintiseis años cuando va arreglada pero la realidad es que son sus rizos, parece que aún tenga dieciseis.
Antes de conocerla yo pensé que sonreír no era lo suyo, luego ella me explicó que "ella no regalaba sus sonrisas a cualquier verano" y ahora entiendo porqué. Tiene algo que yo siempre quise tener en mí; esa pizca de magia de la que poca gente puede presumir.
No sé cuántas veces el destino nos hizo volver atrás. Volver a mirarla, a mirarnos y a mirar atrás. Y tenía mi vida clara, no se vayan a pensar, pero la veía y no me acordaba de nada más que sus manos acariciándome al besar. Cuando intentaba apartar la mirada de su tremendo estruendo, algo en mí dejaba de funcionar y me pasaba días pensando si probar, a quererla una vez más. Cuando terminaba de ducharme siempre la encontraba en mi cama envuelta en unas sábanas que ya eran más suyas que mías. Su olor permanecía allí y me daba las buenas noches de la forma más dulce que jamás descubrí. Qué fácil fue querer a aquella niña despistada que un día me hizo soñar. Era presumida y coqueta y le encantaba brillar; y yo como un tonto nunca la saqué a bailar por miedo a que pensara que mi luz no era suficiente para no aterrizar. Y es que yo volaba cada vez que la hacía reír y siempre esperaba en la puerta a que algún día no se tuviera que marchar.
Neither30 de mayo de 2017

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