Sandor
ÉRASE una vez un grupo de persona que a través de las diferentes formas literarias querían comunicarse entre sí. Unos llegaron primero y otros, entre los que me encuentro, llegaron tarde, como otras dos personas que vinieron conmigo y ya se han ido, porque no les gustaba respirar este aire. Yo respiro y me agrada, sabiendo de las dificultades que entraña encuadrarse en un grupo tan heterogéneo, y ,sobre todo, tan desperdigado. Me gustaron poetas, poemas, añadí a favoritos a muchos de ellos, que jamás me contestaron, ni para bien ni para mal, pero sigo leyéndolos y trato de comentar algunos de su textos si me gustan (sigo sin respuestas), y rebusco en autores que aparecen en mi existencial búsqueda. Me encuentro joyas, que han dejado su rastro y se han ido. Eso plantea una reflexión: que muchos se aferran a algo familiar y tratan de reconocerse aunque no sean reconocidos. Creo que es un error, es una estrategia defensiva, como el que opone barreras a la muerte, creyéndola poderla dominar. No sé que destino tomaré, aunque actualmente tengo un secreto malestar y no fluyo en estas aguas libremente, y me mantienen los lazos de algunas personas a las que les tengo gran afecto, esos afectos que justifican seguir más tiempo.
Tu texto, sin comentarlo expresamente, lo he comentado conmigo mismo y te aseguro que solamente el espacio que me has dejado, ya no precisa respuestas, o un gracias cortés, que siempre valoro.
Carlos
29/05/14 11:05