Ambiciono con letras crear palabras y con paciencia y dedicación frases. Para ir uniéndolas e incrustarlas en un papel digital o no, y dibujar el relato que imagino como una experiencia casi ya vivida en mi mente.

Sin embargo, cada vez que he hilado media estructura de una oración, se mueve y se derrumba. Quedando en escombros, sin parecerse en nada a la construcción que uno desea hacer. En vez de harmonía entre las palabras y yo, hay siempre una guerra, para intentar situarlas donde creo que es su lugar debido, rebuscando en el cajón del vocabulario para definir de la mejor forma el instante preciso con las palabras requeridas. Y nunca es así.

Como hacer un sprint con bronquitis y cojo de un pie. Un desastre.

Ellas me someten, a su desdicha perenne. A cada error. Cada letra es una hormiga, con vida propia, que se sitúa donde le da la real gana. Ordenada por no sé qué reina, formando una hilera que a menudo, cuando estoy cruzando, no se nunca donde me llevará. A veces a la tristeza más absoluta. Otras, a la felicidad desconocida en mundos jamás visitados. Y demasiadas ocasiones a ningún lugar. Es un vaciado de pensamientos constantes que al reflexionar, creo, me sirven por ser capaz de apárteme un poco del transitar del día a día y discurrir en cuestiones, que desconozco, de los preceptos de vivir.

Pero cojo el revólver y disparó. Sin puntería.

Al terminar empiezo la lectura del texto, y parece que no hubiera sido yo quien escribiera tantas palabras consecutivas. Me sorprende muchas veces poco gratamente y alguna, asombrado por lo poco que me conozco, que es, cuando me gusta el enlazado desordenado de una idea estampada en medio del texto. Y todo cristalizando en mí igual que una lectura nueva intentando descubrir qué procura contarnos el autor.

La bala nunca da en la diana. Por grande que sea.

Autor. Un terminó otorgado únicamente por crear algo. Aunque lo engendrado sea un verdadera mierda como pasa en la mayoría de masa humana que gracias a internet. Nos creemos; fotógrafos, escritores, músicos, directores de cine, con un millón de amigos, que vivimos una vida maravillosa o solo adictos a una pantalla de pocas pulgadas. Para ser un autor deberíamos, antes, con rigor basar lo concebido en unos cánones preestablecidos.

Con balas de fogueo no se hiere. Ni a quemarropa.

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10 Comentarios

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  Voltereta

  Nosotros no escribimos los textos, al final son ellos los que nos escriben a nosotros, mostrando nuestro mundo interior sin el más mínimo pudor. Somos como gorriones congelados a una rama y el texto es el viento que acaricia nuestros cuerpos, sin que podamos hacer nada por desembarazarnos de el.
  
  Un texto muy bueno.
  
  Un saludo.

  16/02/18 07:02

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  Clopezn

  Escribimos, no somos escritores y haciéndolo vaciamos los fantasmas que nos perturban y compartimos las alegrías que nos embargan. No somos ni buenos ni malos.Todos queremos plasmar lo que sentimos, lo que pensamos de la mejor manera posible. Un día el cerebro bulle y abrimos la válvula de escape. Otros muchos la rutina y la monotonía simplemente no te generan la necesidad de compartir nada.No hay nada que escribir.Puedo dormir feliz.

  17/02/18 01:02

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  Clopezn

  Un saludo

  17/02/18 01:02

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  Lasombra

  Hola Niebla, estoy de acuerdo contigo, creo que lo podria haber escrito yo. No somos escritores, y aunque esto no es el premio Planeta y no tiene los filtros para asegurar la auntenticidad de nada, ni jueces competentes, volcamos nuestra pasión e ilusión en compartir nuestra letra. Deseosa, al menos por mi parte, de ver si el texto funciona más allá de en tu cabeza y de si alguien dedica un minuto en comentar, a sabiendas que no te responde Follet, Brontë o Bukowski.

  17/02/18 10:02

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  Lasombra

  A si que tu escrito no era de fogueo y en mi, encontraste una diana.
  Sigue disparando!

  17/02/18 10:02

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  Niebla

  Gracias a todos.

  17/02/18 03:02

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  Remi

  Siempre me sorprenden tus escritos Niebla. Es difícil mantener en unos "cánones preestablecidos" lo que bulle por salir del pensamiento libre y si marcajes. Como una inquietud, donde la inspiración, las musas o lo que sea, se manifiestan una palabra tras otra hasta componer algo que era una ficción convertida en una realidad escrita.
  Maravilloso tu texto, un abrazo.

  18/02/18 12:02

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  Diegozami

  "Cada letra es una hormiga, con vida propia, que se sitúa donde le da la real gana".
  Hace un tiempo que estoy leyendo tus textos, y la verdad, este texto me provoco muchas sensaciones, ademas tiene una cuota de humor y mezcla con desparpajo que también me encanto. Mira, tú no me conoces yo, tampoco, pero gracias a tus inclinaciones literarias he Internet, terminamos sentados como poetas de antaño, sin mas pretensiones que caminar por la vida, con el alma a cuestas.
  
  Te felicito por tu texto.
  Saludos gentiles para ti Niebla.

  18/02/18 04:02

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  Primopep

  Coincido en muchas de las cosas que dices. Me gustó cómo te expresaste y, sobre todo,las últimas dos frases para cerrarlo.

  19/02/18 08:02

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  Niebla

  Gracias por comentar.

  19/02/18 11:02