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Una Bocanada de Cigarrillo El Miércoles por la Mañana (11?)

El cuerpo que él siempre había visto durmiendo entre las sábanas de color rosa y bajo el olor a jazmín que transpiraba sus sueños, ahora se encontraba frente a sus ojos y de la manera más linda que nunca se hubiese imaginado.

Dentro de la urna de color cristal y bajo las flores más hermosas que nunca sus pupilas llegaron a ver, descansaba Sofía frente a la mirada de miles de personas que se conglomeraron para rendirle el último adiós. Un adiós que muchos sentían de alma, pero ninguno tan doloroso como el que afligía a marco al ver a su pequeña hija reluciente como una muñeca de porcelana y tan fría como un cadáver. Estaba muerta. Y era su culpa.

Las lágrimas se resbalaban de su rostro atraídas por la fuerza de gravedad.

- necesitas descansar marco, debes ir a dormir un poco, mírate la cara como la tienes…(dice Francis)
- no quiero descansar, sólo quiero ver a mi hija.
- Ya la has visto demasiado…y no quiero perderte a ti también (decía la mujer, mientras le agarraba el brazo), necesitas tomar algo…
- Ya me has perdido Francis (le quitó su mano, dio media vuelta y se dirigió hacia el café de la funeraria).

Miles de palabras de consuelos se dirigían hacia él como dardos buscando dar en el blanco.

Manos se apoyaban en su hombro, abrazos inesperados le brindaban el pésame.

Mujeres con lágrimas le decían al oído palabras que él nunca tomó en cuenta. Pues nadie entendía el inmenso agujero que él sentía en su estomago.

Pidió un café, tomó un sorbo, y no pudo seguir.

Fue al baño y vomitó seguidamente, las piernas le temblaban y de su frente corría un sudor frío que le bajaba por la espalda.

- ¿necesitas ayuda amigo? (escuchó la voz de un hombre detrás de él).
- No…estoy bien, gracias. (decía con la cara casi metida en lavabo)

Hubo un silencio, en donde sólo el sonido de la garganta expulsando al vómito sonaba como melodía de fondo.

- Es difícil ¿no?, ver a su hija dentro de una urna….y más cuando uno ya le tenía preparado el destino. He escuchado que atraparon al culpable…ojala y le corten los huevos cuando esté en la correccional. (decía aquel hombre que arreglaba su cabellera)


Marco no decía nada. Estaba muy mareado. Algo no iba muy bien. Había tomado un sorbo de café y ya sentía como si estuviese en otro planeta.

- sabes la vida es algo extraña últimamente (marco escuchó como la voz se acercaba a la puerta del baño y pasaba el seguro), ya nadie respeta a nadie, ya ni siquiera la gente escucha a otros, sólo se preocupan en ellos mismos sin ver las consecuencias que traen nuestros actos. (escuchó dentro de su extraño dolor, como la voz se acercaba a su cubículo).

Y de un solo tirón se escucha un ¡¡PLAS!! Había abierto la puerta.

La mano del hombre que alguna vez le hablaba, ahora le sostenía el cabello de un tirón.

- ¿sabes marco? …¿por que así es tu nombre verdad?…Debes aprender que en la vida hay reglas…hay órdenes... (y acercó su rostro hacia el oído de Marco) hay señales que nos envía dios…y allá de nosotros si no las tomamos en serio…

Marco se encontraba casi desfallecido, con su cuerpo tan inútil como un muñeco.

- ahora más te vale que comiences a prestarles atención… ¿no?, porque quizás, a la próxima dios se canse de advertirnos…capaz y ya vaya directo al grano… (y con su mano libre hizo la señal de una pistola y la puso en la cien de Marco). ¡¡¡bum!!!.

Le soltó el pelo y le dejó la cabeza metida en el lavabo.

- límpiate el rostro que nadie quiere ver a un papa drogado…

Marco tosía como un desesperado, mientras el hombre de cabello rubio y de un gran tamaño, se limpiaba las manos con el agua que salía del grifo.

- me necesitan (dijo marco en un tono de voz tan bajo como el de un ratón), no me van a matar…
- siempre los insignificantes…se creen los más importantes del caso…

Hubo un silencio y sólo la tos de marco callaba al silencio.

- ¿pero quien necesita a Francis...? ¿y a tu madre…y a tu padre…y a tu propia familia?
- No se van a meter con ellos…no pueden (gritó marco, entre la tos insoportable que le quemaba la garganta).
- Presta atención a las señales…quizás dios ya se esté cansando de darlas.

Se dio la vuelta, quitó el seguro y aquel hombre salió del baño como si nada.

Un hombre que se encontraba frente a la puerta, hizo señal con la intención de entrar. Él lo detuvo en seco.

- se ha roto una llave, está todo inundado de agua…dudo que quiera entrar (dijo mientras dibujaba una sonrisa en su rostro).





Nigth1404 de enero de 2009

2 Comentarios

  • Dama

    Marco, como siempre medejas perpleja hasta el final.

    Me alegro de volver a leerte.
    Un beso

    05/01/09 07:01

  • Nigth14

    hola dama, me alegro mucho verte por aqu? ley?ndome y coment?ndome. gracias!!!

    05/01/09 04:01

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