Mi grata compañía
una copa de buen vino
un libro de poesías
el silencio de la noche
que se vuelve melodía.
La luna traviesa que
haciéndose la distraída
se quedo alumbrando
el rincón de la casa que
sin querer se convirtió
en mi guarida.
Sorbo tras sorbo el vino
me devuelve el sueño
que últimamente se a
vuelto un poco ladino
me deja noches enteras
sin quedarse conmigo.
El relax regresa a mi
conciencia somnolienta
y cansada, me permite
por un rato quedarme
dormida