Me sujetas en tus manos, cuando no tienes fuerza en ellos, me observas con tu corta mirada a destiempo
y deseo que lo vuelvas hacer, te miro mientras duermes y te juro que me quedaría a dormir dentro de ti,
para poder saber en que piensas y en esos pensamientos te daría toda mi fuerza para que sigas siendo tu,
mi madre.
Pienso vivir en tu piel, para poder calmar mis propios miedos y en los recuerdos mas tenebrosos recordaría
tu voz para coger mas impulso a la vida y recordar lo tan atónito que lo volvías siempre todo.