El bar estaba lleno hasta rebosar pero algo había que me decía que no duraría mucho aquel bullicio, no sabía si era un presentimiento o las ganas de que acabaría la noche, la gente llegaba y llegaba como si en otros sitios no habría aire y aquí la estaríamos regalando a chorros, llame al guardia de seguridad preocupado por el numero de aforo que teníamos , el en pocas palabras dijo que no había problema y que y que iba a cortar el grifo de entrada, esto aunque me tranquilizo un poco sus palabras no transmitían la seguridad que yo ansiaba al llamarlo a él.
La noche siguió más o menos calmada por mi parte todo parecía que terminaría saliendo bien después de todo pero me equivocaba rotundamente ya que pocos minutos mas tarde en el bar solo se encontraba la policía y asistentes sanitarios ya que al parecer había sido una discusión y se habían dado unos navajazos, transcurrido un rato y ya limpiando sentí una revelación ya que desde el principio de la noche yo sentía algo y no sabía lo que era, pero resulto que yo tendría razón y que algo estaba por pasar esa noche.
Cuando ya nos íbamos a casa un compañero con el que había estado toda la noche y sabia de mis temores me pregunto ¿Qué como sabía que iba a pasar algo? Y yo le conteste con voz firme el mundo es imprevisible pero nuestro cerebro no.
