La Hoguera de Las Vanidades
Todos llamamos al íntimo rebaño
única voz que manda cuando implora
mientras la burla despreciaba el daño y florecía, en el cardal, la aurora.
Era la intacta juventud del ayer.
Principiaban el tiempo,el día, la hora...
Y el corazón, intrépido y huraño,
te oía sin creerte, como ahora.
Desdenes entonces ya dispersos
sobre la vanidad del universo, a cada paso, infiel, nos abandona
y con cada promesa nos mentimos
y con cada recuerdo lo olvidamos
y con cada victoria perdemos vida.
Nada es como lo cuentan, sólo mentiras,
Odio la peste de las mentiras interesadas,
¡no hay orden porque el orden es caos!
Somos la hoguera de las vanidades
todos aquellos que permanecemos callados, crucificados en nuestro miedo.
Alguna espiga sana todavía,
reserva el don de la clarividencia,
¡el tiempo de apreciarlo nunca tarda!
mas si cruel destino es la cobardía
y nuestros espíritus hundidos en la agonía,
alejarse en una extrusión solar quieren pues el cuerpo sólo ansía y la vida no retorna
porque ya nada de la vida espera.
Abrir ese libro de inmortales hojas,
donde el genio más triste de la tierra
es verdad que vivió presa en el lodo
admirando de sus congojas,
todo lo grande que el dolor encierra
y la infinita verdad está:
en la vanidad del todo y su propia hoguera.
