¿QUIEN ES CHARO?

¿QUIEN ES CHARO?



Soy una fracción de la vida, lo que veo, lo que observo, lo que siento es parte de mí, sé que estoy atado a la tierra, y no con raíces, estoy conectado a ella con el andar que proporcionan mis miembros atados, conectados a mi cabeza, las peanas no pecan de ignorancia sabiendo, entendiendo, concibiendo que existo y pertenezco a la tierra; mi abolengo, mi sangre, nació como la de todos, de la mar.

Soy común a todos los seres humanos, no hay nada de mí que no comparta con ellos, tal vez, posiblemente, mi percepción; pero es el entorno de mi mente, simplemente una claridad, un rayo más atravesando en el basto océano humano.

La existencia es solamente resistible cuando el organismo y el espíritu vegetan en armónica concordia,es cuando, viven una simbiosis oriunda entre ambas y las mismas son una única vida recíproca.

Este lugar donde vivimos, está atestado de esos entes rudimentarios, que caminan en dos patas y que degradan y maniquean a su especie, la humanidad. El único misterio que desconocen, es que a través del sexo, pueden crear milagros.

¡Es inútil! ¡No intenten nunca liberarse de la soledad! Es menester, y deber humano aguantarla toda la vida. Aunque a veces y sólo a veces, el vacío se llene!

¿Quién es Charo?

Charo era una adolescente que conocí en mi adolescencia, con la que una vez volé en línea recta, yo entonces era un ángel con alas, ella siguió un camino, yo otro. Ella encontró el amor de su vida, y la vida se lo arrebato, quien sabe si el destino, no importa, no tiene importancia, simplemente se lo arrebato, ella lo amaba, lo amaba, y el día en que nuestros caminos convergieron en la intersección de la vida, una lagrima sentida en temblor de su ignorancia, suavizo el hecho amargo de mi existencia. Ella, eran tan real, tan real como su dolor, su amor, era tan puro, tan puro como lo era su destino, y entonces, como si por un momento, una bala atravesara mi frente, entendí, que estaba sobre la verdad.

Todos estos años había vivido una mentira, nada era verdad, no lo eran los sentimientos, no lo eran las palabras, no eran verdad las personas que me rodeaban, allí, frente a ella, mientras caía su lágrima por debajo de sus gafas de sol, lo entendí, ella era la verdad, no era un deseo, ni una alucinación, no era un puñado de mentiras para impresionar, allí, no había nada, estaba ella sola, solo con su dolor y su verdad, y yo podía tocarla, podía darle un beso, un abrazo, regalarle un ramo de rosas, coger a su hijo dormido y acurrucarlo entre mis brazos, de repente todas las mentiras de mi vida, se lavaron con aquella lágrima.

No voy a caer en la trampa de preguntarme que me impulso a llegar hasta Charo, no lo sé, creo que por primera vez en la vida no le encuentro una explicación lógica a un acto, tal vez la respuesta sea ilógica, pero si es así, bendita sea.

He pensado mucho estos días, y he llegado a la conclusión, que tal vez deba abandonar esta página, creo que el destino me ha conducido a la verdad, que he descendido de las estrellas de nuevo y que estoy otra vez en la tierra, creo que es tiempo de tocar la verdad y olvidad la veleidad.
Todos esos poemas son verdad, son míos, pero también lo son de todos los que han estado, estuvieron y estarán, no sé si me voy o vendré a veces, pero la vida de ha dado un billete de verdad intrínseca, sería un acto de cobardía, un acto de mezquindad, quedarme sentado en el andén, como Penélope, auto compadeciéndome.

¿Quién es Charo?

Charo es una mujer real.