Otra Vuelta al Sol
Mi percepción a medida que me hago pasa de uva es que no hay años perdidos. Hay años donde aprendés o aprendés (a caídas o a cachetazos pero aprender al fin) y otros que son como una pasantía por gran hermano, pero perdidos no son (aunque yo estuve convencido mucho tiempo que si).
No sé como se debería evaluar un año, pero me arriesgaría a decir que tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de volar, de explorar, de cansarse, de incorporarle archivos a la cabeza, ya sea con experiencias, información desordenada o tonterías, con lo que creamos y destruimos, con lo que nos alimentamos y vomitamos, y sobretodo con la cantidad de sonrisas que hemos pintado en nuestras caras, como de aquellas que regalamos, las que sobrevivimos y respiramos, es más, por ahí si sumamos una a una hasta llegar a un total, quizás allí encontremos un número concreto de cuanto se disfrutó este año.
Siempre creí que cuando la gente se siente pesada o alterada en diciembre es por la acumulación de abrazos, de besos, de "teamos" no dichos, de amor mezquinado, de sueños no compartidos que de alguna manera han ido rellenando y saturando el cuerpo, y que se aprietan en el corazón como las enfermedades del sr burns, y que buscando salida infectan todo a su alrededor. Y le llaman stress, hinchazón, incomodidad, locura, puras etiquetas que los llevan por caminos confusos hacia dietas, pastillas, remedios dolorosos que no logran decodificar realmente los adentros de un alma que sufre.
El miedo, los fracasos, los bajones, el sufrimiento, la soledad son bichos que todo año va a tener por una cuestión de protocolos y papeleo que nadie quiere organizar, así que no le esquive a la piedra y aprenda a convivir con ellos.
Quien dice que entiende la vida es porque seguro ya tiene cita a la tardecita con San Pedro. Desconfío del que finge saberla todas, pues nadie ha vivido, sufrido y/o a empatiado suficiente como para que ande presumiendo siglos, menos que menos los que te hablan de que somos seres de amor, luz y paz, y luego te cobran para demostrártelo.
Si no te gusta la vida que tenés, Lola!!! Lo lamento! pensá que sos la suma y el resultado de lo que has hecho y dejado de hacer hasta este instante. Basta que un día decidas cambiar aunque sea una cuadra de las calles que transitas diariamente, para que las ruedas del universo giren despistados buscándote otro destino. Para ello, también hay que patearle la cucha a Don voluntad, gritarle:"dale loco ponete las pilas", tirarle los aparatos que lo distraen para que salga a darse una vueltita por ahí a buscarse y (si puede) encontrarse.
Quien no busca ser feliz en este mundo, nunca terminará de pagar su deuda por nacer. No ser feliz es un insulto, como cuando insultan a tu madre, o a tu hermana, pero en este caso se lo decís vos a la vida.
No dejes para el otro año lo que puedas hacer en este, a menos que sean las 23:59:59HS del diciembre 31, que ahí si no hay mucho margen, pero igual, hágale la lucha hasta donde pueda.
No sé si hay recetas para disfrutar la vida o hacerse de un buen año. Si las hay, no soy el más indicado para decírtelo pero don Mamerto Menapace (monje escritor) ha llegado a afirmar que vinimos a este mundo a tres cosas: A aprender a amar, a dejar huella y a ser felices.
Cada año que arranco me pongo como meta no cagarla, quizás este año que va a arrancar debería cambiarla por algo como que... asumiendo que voy a cagarla parcialmente, igual debería intentarlo con papel higiénico en mano y un baño cerca, bueno algo así sería la premisa, cuando encuentre la frase justa sin ser tan gráfico y escatológico se las gritaré a Diosito, a mis abuelas y al universo que para esta época se pinta con orejotas grandes y con muchas ganas de escuchar.
Buena Vida y Feliz año que se avecina!!!
ram
