Cuento de Hadas.
No pienses que yo no siento decir adios... tanto que no entiendo si tan siquiera he sentido tu presencia y aun así te sentía a mi lado, como puede doler así, pero no puedo.
Llegue a pensar en cuento de hadas para luego despertar pues los sueños, sueños son, y después de varias veces con el mismo resultado, he abierto los ojos.
No tengo rencor, pero no quiero chocar contra el mismo muro, he querido dar cariño, sincero, he pretendido dar todo lo que desde mi distancia me era posible, pero ahora me pregunto si es que no es bastante o acaso hay algo más.
No puedo quedarme y seguir haciendo que no ha pasado nada cuando la opinión que de mi demuestras no tiene nada que ver conmigo, y aunque errores cometemos todos, la repetición de esos sucesos me hacen temer fantasmas del pasado, pesadillas que había alejado.
Tú tienes miedo y ves cosas que no cuadran en cualquier sitio y yo veo tus reacciones y tengo ese mismo miedo de meterme en relaciones donde predominen los celos, o donde anulen mi personalidad o donde todo lo que hago esté mal.
Quería ese cuento de hadas pero sobre todo quiero volar y sentirme que a pesar de hacerlo acompañado, soy libre, deseo dar todo lo que en mi interior llevo y sentir que confian en mi, pero no puedo seguir hablando y notando el corazón pesado cuando lo que tienes en tu cabeza es que no cuadran las cosas, que te engaño o me callo cosas...
Me voy aunque no puedo decir que no vuelva, pero si al menos que estaré un tiempo en el olvido donde los dos deberíamos pensar en los errores sucedidos. Deseo que seas la princesa del cuento con alguien que quiera ser principe, yo deseo risas y días sin discusiones, prefiero que si algo no se entiende, me lo pregunten antes de dar por sentado cosas, porque yo siempre soy el mismo aunque como todos, mi mundo es extenso y lo que lo hace precioso, son los matices que lo cambian absolutamente todo en cada instante.
Deseo que te vaya bien.
