Mi niña volveran las golondrinas
a surcar los mares,
empujando al vendaval
aquel amor a la obscura noche
jugando las olas
en ir y venir
acariciando la orilla,
como acaricias mi vida.
Mi niña tirana
volveran las calles
a llenarse de extraños
y a vaciarse de amantes
ocultos ellos bajo sabanas en cuartuchos calidos
compartiendo quien sabe que, solo ellos saben sus cosas
aguardare entonces la madrugada,
mientras tanto
espero disimules tan bien
como hago para soportar
las frias noches.
un gusto leer su texto. Me gusto esa parte de las calles y los extraños y por alguna razon me trajo la imagen de una calle bajo una luz amarilla contra la pared una chica sentada de chaleco (?) rojo y un hombre a su lado mirandola mientras ella no lo sabe (?) me gusto su poema. Saludos