«El único lujo
que no tiene precio
es un viernes tuyo
esperando a que llegue
porque el amor
es esa caricia
abriendo yo un mensaje
en un tren
que viajaba a tu encuentro
y nunca pensaba
que toda esa espera
era el mejor poema
con un solo verso
en una pantalla
que nadie me había escrito:
"estoy preparando la cena".
El único lujo
que no tiene precio
es sentir tu amor
anclado a noviembre
en esa tierna espera
que se volvió ardiente
después de la cena
en un cuerpo a cuerpo
donde respiramos
la esencia mas pura
del sexo
comiéndome a besos
sintiéndome tuyo
sin ninguna prisa
muriéndome
dentro de tí
con todos mis sentidos.
El único lujo
que no tiene precio
es saber por mi piel
que noviembre
fue cierto.
Carlos
Sin dudas de mis favoritos. Siempre llega. Un poema con mucho tacto y delicadeza. Me encanto