Una Sensación Difícil de
Explicar.
Si tuviera que recomendar y repetir una experiencia, sería la sensación que sientes cuando estas encima de un escenario. Sabes que hay cientos de ojos mirándote, te pones nerviosísima y parece que se te vayan a olvidar los pasos. Subes con cara de susto y se te pasa por la cabeza lo que harías si te quedaras en blanco, o si te tropiezas, o hasta dudas si bailarías descalzo si por mala suerte se te saliera un zapato, aunque sabes que te acabarías riendo. Te colocas en posición, suspiras, y sonríes pensando en todo el trabajo que has hecho para llegar donde estas ahora, no negare que te puede entrar miedo cuando hay tanta gente pendiente de ti, pero de golpe... ¡Qué coño! Vas a disfrutar de tus minutos y los vas a aprovechar para darlo todo, como si fuera la última vez que pisaras un escenario. Te llenas de orgullo y coges fuerza para pera el escenario si hace falta. Vuelves a sonreír y no dudas más, estás segura de ti misma. Suenan las primeras notas y ya no hay vuelta atrás
