El Ignorante, El Ignorado.
Mientras recorría el adornado camino hacia la muerte, me encontré con tantos obstáculos, que concluí que sería ilógico que el final de éste, que era tan temido, fuese realmente algo tan terrible..Así que comencé a tener gusto por la muerte, comencé a enamorarme de ella.
Donde quiera que fuese, la veía en diferentes formas, en los rostros de las personas que me rodeaban, en las marcas de sus manos, en su mirada, la percibía en su voz, en su llanto...
Llegué a amarla tanto que empecé a buscar fomas de acercarme más a ella. Me dí cuenta que algunos de los que tenían la dicha de estar más cerca, tenían hendiduras y cortes en sus rostros y en toda su piel; así que traté de imitar quellas marcas en mi cuerpo, bueno, no tuvieron el mismo resultado, sólo apaciguó un poco mi ansiedad.
Cada mañana, despertar significaba que había fracasado en mi intento de conquistarla, eso me deprimía, claramente, era rechazado día a día.
Sin embargo, la nostalgia de cada mañana era algo natural, hasta el día de hoy no comprendo por qué, supongo que estaba en el código de mi ser.
Hasta que finalmente un día, estaba a punto de lograrlo, esta vez nadie pudo evitarlo, nadie me hizo dudar, nadie me interrumpió. Estaba tan cerca que mis mejillas se ruborizaron al sentirme en su presencia.
Sin embargo, en un momento, cuando estaba muy próximo el cesar del latido del corazón humano que guardaba dentro. Sentí un ruido estremesedor y un frío que quemaba mi rostro. Se había alejado toda devoción y deseo. Me golpeó en la cara el vacío de la inexistencia. ¿Cómo habré de lidiar con esto ahora?, ya no es desconocido, ya no es anhelado, ya no lo quiero, quiero regresar, desaparecer no sabe como se supone sería.
