Espérame.
¿Cuántas veces tropezamos con la misma piedra?
Cuantas veces decimos "Puedo tropezar dos veces, pero tres ya no"
Y nos mentimos a nosotros mismos sabiendo, que el ser humano no sabe caminar sin tropezar.
Se nos quedaron cartas en el fondo del cajón, y en el corazón una duda.
La incertidumbre que nos ocupa todo nuestro ser, la incertidumbre que ocupa y a la vez preocupa.
¿Cuándo nos vamos a dar cuenta?
Nunca terminamos de saber si realmente alguien nos quiere de la misma manera
Nunca terminamos de saber cual es la decisión correcta.
Cuando el corazón nos vibra y nos sentimos maniatados,
Cuando el corazón me vibra y me siento maniatada,
siempre quiero que me salves tú.
Cuando te veo y no te puedo tocar.
Cuando nos buscamos y no podemos ser sinceros con nosotros mismos.
Espérame.
Nunca nos acompañan las circunstancias.
Sobreviviendo a corazón abierto conformándonos y dejando que la herida se infecte.
Pero quizá, ya haya pasado demasiado tiempo.
Quizá nos hemos acostumbrado a que duela así.
A la desilusión.
Retrasando la conclusión de que mi casa eres tú
Y seguimos llorando lágrimas de frustración por no saber como enfrentarnos.
A tientas dosificadas.
Con la valentía crucificada.
Tus acciones y tu pensamiento van totalmente en contra de tus emociones.
Y ya no lo puedes sostener, se te escurre como agua entre los dedos.
Me escurro como el agua entre tus dedos.
Ojalá tropezarme de nuevo y romperme la boca.
aun que me repita tantas veces como parpadeo "dos veces sí pero tres ya no".
A quien quiero engañar.
Desearía una tercera, cuarta quinta,
Una millonésima vez.
A quien quieres engañar.
En el fondo no eres nadie,
En el fondo no soy nadie.
Y pusimos un cerrojo.
De la mano echamos la llave, la tiramos tan lejos que se perdió en un abismo que se mortifica.
Tanto tú como yo, ambos lo hicimos.
Ambos lo quisimos así aun que no quisiéramos.
Y yo que me cogería un cohete y que me metería en un agujero negro para buscarla.
Y tú que lo harías también.
Estúpida.
Espérame.
