Esta es la historia de una chica que quiso pintar un cuadro. Sin saber porque se convenció que tenía talento y finalmente, lo creyó. Quería que aquel cuadro tuviera cada uno de los sentimientos representados en el lienzo. Debía ser el cuatro más bonito que la humanidad hubiera podido contemplar. Los colores, los más puros. Echo a base de pinceladas suaves y llenas de luz. Pintaba por el día y por la noche soñaba con acabarlo. Pero se había propuesto demasiado, y al ver que los resultados no eran los esperados, se hundía un poco más cada día. Cada día pintaba menos, y las lágrimas junto a la sensación de fracaso se cebaban en ella. Se sintió incapaz. Sus manos dejaron de sincronizarse pareciendo bellas bailarinas de ballet, como antiguamente sucedía. El miedo se apoderó de su cuerpo y finalmente dejó los pinceles abandonados a su ventura, con la esperanza que alguna alma los pudiera tomar y volverles a dar vida nuevamente. Finalmente lo dio por imposible, y dejó su sueño aparcado, guardado en una caja, donde iban quedando todos sus deseos escondidos y sus recuerdos cobijados.
Un día, como cada mañana, despertó y fue a mirar su lienzo. Cuan fue sorpresa al descubrir que encontró un rastro de belleza en aquel cuadro que ella había pintado tiempo atrás y que había abandonado junto con sus ilusiones. Descubrió que cuando el sol que entraba por la ventana y lo iluminaba, podía ver parte de su alma y su rostro reflejado. Se atrevió a sacar las pinturas de nuevo e intentar plasmar todo aquello que había intentado reflejar aquella vez, en un tiempo lejano. Descubrió que aunque no fuese pintado por un gran maestro parisino, ni por un pintor italiano, estaba pintado con el corazón. Ese cuadro era suyo. Ese cuadro llevaba su alma, su espíritu y sus ilusiones. Quizá no era perfecto, al fin y al cabo, ella tampoco lo era, pero al verlo desde el caballete le sonreía dulcemente con una mirada penetrante que le recordaba a la suya. Era su perfecta imperfección.


Brenda Alén



Siento no publicar antes, ultimamente ando escasa de inspiración.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

3 Comentarios

• 

  Kamy

  Muchas veces la imperfecci?n resulta m?s perfecta a alos ojos de quien mira la verdadera esencia de las cosas...
  Me encant? tu escrito... :)

  10/08/08 12:08

• 

  Mejorana

  No importa el lugar de donde sea el pintor si lo que hizo llevaba la impronta de su alma.
  Es un buen texto Pines.

  10/08/08 02:08

• 

  Jorge

  Stupiidhappines; sin querer, has influenciado algunas memorias, que antes me parecian opacas, y ahora brillan ante mi mirada. Seguro que ha de ser lo que comentas; mi perfecta imperfecci?n.
  Saludosss...

  10/08/08 05:08