-Es amargura-, me dijo el doctor. -Está matando tu corazón-.
Le pregunté si era terminal, si podía hacer algo.
Me dijo que nadie dona corazones metafóricos.
"Bueno, es un tanto obvio", pensé....
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar